“…Lo siento, en este colegio únicamente matriculamos alumnos de 5to y 6to grado…”

¿Te imaginas cómo sería nuestro mundo si a la hora de ingresar a un colegio por primera vez te encontraras con esta respuesta?

Mi infancia seguramente no fue muy distinta a la tuya. Pero tal vez, sí hubo algo que la hizo distinta, o poco común, frente a la mayoría. Por motivos laborales de mi padre cambié varias veces de ciudad, y, por lo tanto, de colegio.

En repetidas ocasiones fui el nuevo, el que no conocía a nadie, ni a mis compañeros, ni a mi maestra. Varias veces me sentí perdido frente a estos cambios que me tocó vivir, pero ¿adivina qué? El período de adaptación generalmente fue corto. Una vez dentro del colegio pude ponerme rápidamente al ritmo de la clase, comenzar a participar, realizar las tareas domiciliarias y hasta pude ayudar a algunos compañeros que no entendían alguna actividad.

¿Sabes cómo logré esto? Gracias a un buen proceso de inducción. Con una buena maestra que me mostró las instalaciones del colegio, me presentó frente a mis compañeros, me indicó quiénes eran los maestros de los demás grados, quiénes formaban parte de la Dirección, me enseñó, además, cómo se trabajaba en ese colegio, qué días se enviaban tareas domiciliarias y qué días no. Todo esto no fue tiempo en vano, sino que fue una inversión, y muy necesaria.

Hoy en día, la mayoría de las empresas —y aclaro: no son todas, sino la mayoría— no están contratando trainees ni juniors. No están invirtiendo en el futuro de su empresa ni en el futuro del mercado laboral.

Esto es una realidad que preocupa, porque por un lado tenemos una inmensa cantidad de “alumnos” queriendo ingresar a los primeros grados del colegio y se encuentran con la dura respuesta de “…Lo siento, en este colegio únicamente matriculamos alumnos de 5to y 6to grado…”.

¿Acaso no somos conscientes?

Las empresas se están encontrando con una situación que ellas mismas están generando, y que de ningún modo les conviene. Para satisfacer las necesidades de sus clientes las organizaciones necesitan personas que lleven adelante sus proyectos y se encuentran con un mercado que carece de ellas. Dado que, los pocos recursos calificados y con experiencia ya se encuentran ocupados. Esto ya no es una situación del mercado nacional, ¡sino internacional! El problema que estamos atravesando no involucra solo a Uruguay. Me atrevería a decir que es un problema mundial.

¿Y por qué digo que no les conviene? Porque claramente al no haber personas capacitadas y con años de experiencia disponibles, comienza la puja entre empresas. Empiezan a invertir más dinero para captar un recurso, siempre y cuando lo encuentren o esté dispuesto a cambiar de trabajo. El peor escenario que les puede pasar, y no es nada menor, es perder un potencial cliente por no contar con personas en tiempo y forma.

Dos caras de la misma moneda

Ante esta problemática veo que tenemos dos caras de la misma moneda. Por un lado, se encuentran los que ya están insertos en el mercado, tienen su trabajo, se mantienen actualizados con formaciones y se ven favorecidos económicamente por esta puja, pero seamos realistas, son los menos.

La otra cara, es un mercado cada vez más grande de personas formadas —o en proceso de formación— que están esperando de manera ansiosa ponerse “la camiseta” para entrar a la cancha a jugar en Primera división y dejarlo todo en ella.

Están esperando que un colegio los acepte y una buena maestra les muestre las instalaciones, les presente a sus compañeros, a los directivos, y les indique cómo se trabaja en ese colegio. Del resto, el nuevo alumno se encargará. Comprenden el paralelismo entre Colegio-Empresa, ¿no?

Por el bien de todos (empresas y mercado) cada vez se hace más necesario que exista esta inversión inicial, esta inducción de los nuevos recursos. De lo contrario, la problemática se irá acentuando cada vez más.

Conociendo estas dos caras me pregunto, ¿por qué las empresas siguen apostando por el camino “más sencillo” y más caro al mismo tiempo, el de contratar alumnos únicamente de 5to y 6to grado? ¿No sería mejor para todos pensar en el futuro inmediato del sector de las IT?


Leonardo Corrales

Profesional del Testing de Software por elección vocacional y por amor a la disciplina.

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